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Se suele creer que la limpieza dental profesional están de más cuando nos cepillamos los dientes a diario. Sin embargo, esto no es sí. En realidad este tipo de limpiezas son mucho más puesto que nos ayudan a eliminar el sarro acumulado entre nuestros dientes y que es inaccesible con un nuestro cepillo de dientes.

Entendemos por sarro aquellas colonias de bacterias que se hacen visibles al solidificarse y adherirse con fuerza en la superficie de los dientes. Debemos tener en cuenta que este tipo de problemas no se eliminan con un cepillado dental ordinario. Por ello resulta imprescindible recurrir a una limpieza dental a manos de un profesional de la odontología. De lo contrario no es posible eliminar del todo este tipo de residuos perjudiciales.

La placa bacteriana es algo natural. Cualquier persona cuenta con una precisamente porque las bacterias crecen de forma continua. Es por eso que su eliminación resulta imprescindible para evitar problemas mayores como la aparición de caries, inflamaciones o irritaciones de las encías.

¿En qué consiste la limpieza dental?

Una limpieza dental es un tratamiento rápido, sencillo y realmente eficaz que ayuda a eliminar la placa de la superficie dental así como el vértice entre la encía y el diente. Su técnica es mucho más precisa que la de un cepillado ordinario, de hecho se utilizan potentes instrumentos eléctricos de ultrasonidos así como bicarbonato y otras pastas dentífricas especiales. El resultado no es sólo una limpieza dental sino también un proceso integral donde el blanqueamiento de los dientes juega un papel importante.

¿Puede dañar el esmalte?

Existen algunas creencias falsas sobre la limpieza dental. Por ejemplo, se cree que este tipo de limpiezas dañan el esmalte. Sin embargo esto es absolutamente falso. En realidad se pueden realizar limpiezas dentales de forma recurrente siempre que el dentista lo considere. Y es que además de ser un tratamiento indoloro (aunque pueden experimentarse algunas molestias durante el proceso), no resulta agresivo ni pone en riesgo nuestra salud.

Existen muchas personas que deciden de forma voluntaria no someterse a este tipo de limpiezas, pero…

¿Cuáles son las consecuencias?

La placa bacteriana supone un gran riesgo para nuestra salud en contra de lo que se pueda creer. Además de provocar problemas de caries también se convierte en un factor de riesgo de gran peso a la hora de desarrollar enfermedades periodontales.

Además, tener una boca descuidada influye de forma indirecta sobre la salud de otras partes de nuestro cuerpo. Por ejemplo, tener sarro incrementa las posibilidades de sufrir caídas de dientes así como la aparición de otro tipo de enfermedades generales como la diabetes.

Es por eso por lo que debemos tener presente nuestro ritual de limpieza. Resulta importante cepillarnos los dientes después de cada comida y utilizar hilo dental y en realidad más importante de lo que creemos.

Además, para mantener un buen estado de salud dental resulta apropiado acudir a la consulta de nuestro dentista cada seis meses. Someternos a una limpieza dental en estas visitas nos será de gran utilidad y podremos llevar un seguimiento sobre nuestro estado de salud bucal. Será en estas sesiones en las que el especialista pueda hacer una valoración sobre el estado de salud general de nuestra boca.

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